miércoles, 30 de septiembre de 2009

Los Sistemas de Seguridad Social: Una mirada regional


Revisando bibibliografía en relación con el tema de la crisis de los sistemas de seguridad social en el mundo, encontré un artículo de autoría del doctor Alvaro Franco, investigador de la Universidad Nacional de Colombia, titulado "Sistemas Previsionales, Salud y Reformas en América latina", publicado en el número 3, volumen 3 de la Revista de Salud Pública de la institución mencionada, en el que se plantea un interesante debate en torno a la situación actual de los sistemas de seguridad social en la región y se analizan alternativas de intervención que podrían contribuir a mejorar la calidad de vida de la población.

Documento completo en:

La Crisis de los Sistemas de Salud: Causas Económicas


A menos que donantes y países en desarrollo cumplan los objetivos acordados internacionalmente para reforzar los sistemas de salud de estos últimos, el déficit de financiación alcanzará los 30.000 millones de dólares (23.511 millones de euros) al año en 2015.

Ésa es la dramática advertencia del grupo de trabajo que asesora a la "task force" creada en el marco de la ONU para velar por el cumplimiento de esos objetivos y que encabezan el primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, con otros gobernantes de países ricos y pobres entre sus miembros.

Según el informe, aun cuando los países más pobres y los donantes cumpliesen los compromisos adquiridos en Nueva York el pasado septiembre y todos los del segundo grupo dedicasen un 0,7 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) a ayuda al desarrollo, habría un déficit anual de 7.000 millones de dólares (5.485 millones de euros).

Actualmente, los países pobres invierten en salud alrededor de 24 dólares (18,8 euros) por habitante frente a los 4.000 dólares (3.133 euros) que dedican los países desarrollados, según el grupo de trabajo, dirigido por Julio Frenk, decano de la Escuela de Salud Pública de Harvard, y Anne Mills, jefa del Departamento de Salud Pública de la London School of Hygiene and Tropical Medicine.

Aun cuando la mejora de los Sistemas de Salud ha permitido reducir los casos de infección por el virus del sida y ha posibilitado un acceso mucho más amplio a las vacunas contra la malaria y la tuberculosis, hay necesidad urgente de invertir más sobre todo en formación y reclutamiento de más trabajadores de ese sector, argumentan.

Según el Banco Mundial, si persiste la actual crisis económica, entre 200.000 y 400.000 niños más morirán al año, y entre 1,4 y 2,8 millones habrán fallecido antes del 2015. Muchos países están aún lejos de cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas en materia de salud, denuncia también el grupo de trabajo, que recuerda que, alrededor del mundo, un niño menor de cinco años muere cada tres segundos y una madre muere durante el embarazo o el parto cada minuto

Más de medio millón de mujeres mueren cada año por complicaciones del embarazo o el alumbramiento perfectamente evitables y cada minuto otras siete mil personas se infectan con el virus de inmunodeficiencia humana.

Sin el nivel necesario de inversiones en salud, más de cinco millones de niños seguirán perdiendo la vida todos los años, 56 millones de mujeres continuarán sin acceso a personal especializado durante el parto y más de un millón se infectarán con el virus del sida, advierten los asesores.

La Crisis de los Sistemas de Salud: Más elementos para la reflexión


Desde fines de 2008 el mundo padece los efectos de la más grave crisis económica y financiera desde los años treinta. Iniciada en los países industrializados, sus consecuencias han ido extendiéndose por todo el mundo desarrollado y en vías de desarrollo, y a través de distintos sectores, incluido el sanitario.

Según señalan las conclusiones de la reunión Consultiva de Alto Nivel de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de enero de este año, si bien la crisis afecta a todas las naciones, algunas están particularmente expuestas:

a) entre las industrializadas, aquellas que han recurrido a ayudas de emergencia del FMI, y que al momento de enfrentar la devolución de los préstamos deberán afrontar necesariamente recortes en su gasto público, incluido el sanitario. Asimismo, serán particularmente afectadas por el crecimiento negativo de sus economías y por el aumento de las tasas de desempleo.

b) entre las naciones en desarrollo, aquellas que dependen del financiamiento sanitario externo han quedado expuestas a la posibilidad de ver recortadas esas ayudas o donaciones, por la retracción del crédito, de las inversiones directas y de las remesas de inmigrantes.

En todos los casos, existe consenso en torno al hecho que las poblaciones más pobres son las más vulnerables y, en consecuencia, las primeras en verse afectadas. Sin embargo, la crisis alcanzará también a las clases medias, dado que impacta directamente en la capacidad de consumo de la población.

Un reciente estudio de Standard & Poor’s remarcó que uno de los efectos colaterales de las altas tasas de desempleo y los problemas financieros a nivel doméstico (familias endeudadas, depreciación de salarios, etc) ha sido el recorte del uso de servicios sanitarios no esenciales.

Muchos individuos optan por retrasar procedimientos o postergar tratamientos, aún enfrentándose al riesgo de contraer problemas de salud más graves. La pérdida de capacidad de pago por estos servicios de salud asimismo ha dejado a muchas familias con deudas difíciles de afrontar. Una de cada cinco familias ha tenido problemas a la hora de pagar sus cuentas médicas en el año 2008 y más de la mitad de éstas ha pedido algún tipo de préstamo para hacerlo, según informó el New York Times.

La Crisis Mundial de los Sistemas de Salud


La crisis mundial de los sistemas de salud tiene que generar una reflexión profunda en torno al papel que desempeña la academia como instancia privilegiada de análisis y generación de propuestas para el mejoramiento de la calidad de los servicios.

Para contribuir a la discusión, transcribo a continuación, algunos fragmentos de un artículo del doctor Everardo lamprea Montealegre, investigador del observatorio del Medicamento, publicado en el boletín electrónico del medicamento:

Esquemas de financiación de los sistemas de salud

Durante la década de los 90 se presentaron en muchos lugares del mundo reformas comprehensivas de los sistemas de salud existentes para ese momento. Colombia no fue ajena a esta oleada de reformas. Un año antes de expedirse la Ley 100 en Colombia, Adam Wagstaff y Eddy van Doorslaer publican en la prestigiosa revista Journal of Health and Economics un artículo que buscaba ofrecer una matriz comparativa de los sistemas de salud en los países industrializados a partir de sus esquemas de financiación.

Este artículo, que tendría un impacto notable en la literatura especializada, establecía una diferenciación analítica entre cuatro tipos distintos de esquemas de financiación:Los sistemas financiados por impuestos públicos generales. Los sistemas financiados por contribuciones de aseguramiento social.

Los sistemas financiados por pagos de premiums de aseguramiento privados Pagos directos por pacientes.Según los autores, los 10 países escogidos en la muestra eran representativos de la totalidad de sistemas de salud existentes en el mundo industrializado para 1992. Los casos iban, pues, desde el sistema predominantemente privado de los Estados Unidos y Suiza, pasando por el sistema mixto privado/público de países como Francia y Holanda, hasta los sistemas casi 100% públicos de Dinamarca, Portugal y Gran Bretaña.

La diferencia más notable entre los casos estudiados radicaba en los sistemas de financiación que eran predominantemente públicos y aquellos que eran predominantemente privados. De la muestra, para 1992 sólo los Estados Unidos y Suiza tenían sistemas de salud que dependían predominantemente para financiarse de pagos directos por parte de los pacientes, así como de pagos (premiums) de aseguradoras privadas.

En el resto de países europeos, con excepción de Suiza, la situación era variable: en Gran Bretaña, por ejemplo, sólo el 13.5% de los ingresos del sistema era de financiación privada, de lo cual el 64% eran recursos pagados por los propios pacientes. En Portugal, casi el 40% de la financiación del sistema era privada, con un componente de casi el 100% de pagos directos de pacientes. Mientras en Dinamarca, Portugal, España y Francia casi todos los recursos privados dependen de pagos directos de pacientes. Para 1992 en Estados Unidos la composición privada de la financiación del sistema de salud era paritaria entre pagos directos de pacientes y pagos hechos por las HMOs (el equivalente de las EPS en Colombia).


Sistemas de salud financiados por impuestos y por esquemas de aseguramiento social

Otra distinción importante planteada por los autores en 1992 era entre sistemas de salud financiados a través de impuestos y sistemas de salud financiados por esquemas de aseguramiento social. Para 1992 Francia, España y Holanda financiaban sus sistemas de salud a través de contribuciones a la seguridad social predeterminadas.

En el otro extremo, Irlanda, Dinamarca, Portugal, Suiza y Gran Bretaña financiaban los gastos de salud públicos a través de impuestos generales. Por otra parte, los gastos de la salud pública en Italia y Estados Unidos eran financiados, de manera paritaria, a través de impuestos generales y de contribuciones del sistema de seguridad social.


Estados Unidos y Suiza los más privatizados

Los autores, en su artículo de 1992 encontraron que entre los 10 países estudiados, Estados Unidos y Suiza eran los más privatizados. En el otro extremo, los países con sistemas de salud financiados casi en un 100% por recursos públicos eran Dinamarca e Inglaterra. En un tercer grupo intermedio, encontramos sistemas financiados por recursos públicos que pueden provenir mayoritariamente de sistemas de seguridad social (Francia, Holanda y España) o de gravámenes tributarios generales (Dinamarca, Irlanda, Portugal, Gran Bretaña).


Todos los sistemas de salud aspiran a la equidad

Otra conclusión general, tal vez la más importante de este prestigioso estudio, es que todos los sistemas de salud estudiados, sin excepción, aspiran a la equidad (equity). Según los autores,"que la equidad es el objetivo perseguido por los diseñadores de políticas públicas en todos los sistemas de salud, es rápidamente aparente".

A partir del análisis fáctico, los autores de este estudio concluyen que la noción de equidad de la que partían todos los diseñadores de políticas públicas era la de garantizar la prestación del servicio público de salud a todos los ciudadanos a partir del principio de "necesidad", y no del de "habilidad o disposición para pagar". Sin embargo, también concluyen los autores que la financiación de los sistemas de salud están basados en un principio de habilidad o disposición para pagar.

Los autores enfatizan en sus conclusiones que,"A partir de su trabajo empírico, investigadores de países con sistemas de salud tan dispares como Estados Unidos y Gran Bretaña coinciden en que sus sistemas adoptaron idénticas nociones de equidad en el diseño de la política pública de salud. La mayoría de estudios empíricos sobre la prestación del servicio de salud -tanto en Estados Unidos como en Europa-coinciden en señalar que el servicio de salud debe ser prestado a partir del principio de equidad de necesidad y no en la habilidad o disposición para pagar.

Por otra parte, la mayoría de estudios empíricos sobre la equidad en la financiación parten de la premisa de que los sistemas de salud deben ser financiados a partir del principio de habilidad o disposición para pagar".Son dos grandes las conclusiones de este estudio de 1992. La primera es que la mayoría de sistemas de salud en el mundo occidental desarrollado -tanto los sistemas más estatalizados como los más privatizados-- tienen sistemas de financiación basados en el principio de equidad de habilidad o disposición para pagar, y sistemas de prestación del servicio público de salud basados en el principio de equidad de necesidad.

La segunda gran conclusión es que los sistemas más regresivos, esto es, los que asignan los recursos de manera menos beneficiosa para los sectores más desprotegidos de la sociedad, eran los más privatizados. Por otra parte, los sistemas más progresivos, esto es, los que beneficiaban en mayor medida a los sectores más vulnerables de la sociedad, eran los que tenían una mayor presencia del Estado en la prestación del servicio y en la regulación del "mercado" de salud. En esta medida, los sistemas de salud públicos eran los que podían garantizar con mayor posibilidades de éxito el principio de equidad.


Los sistemas de salud más privatizados son los más regresivos


En 1999, los autores escribieron una secuela del artículo de 1992 en la misma revista Journal of Health Economics.[4] En este nuevo estudio revisan las conclusiones a las que llegaron en su artículo de 1992 y amplían significativamente la muestra de países estudiados. Las conclusiones del artículo de 1999 son las mismas en cuanto a la clasificación de los sistemas de salud de acuerdo a las fuentes de financiación.

Así mismo, reafirman su conclusión de que los sistemas de salud más privatizados, como el Estadounidense y el Suizo, eran los más regresivos, y sistemas como el Británico o el Danés, los más progresivos.Dos años después de ser publicado el estudio de Wagstaff y van Doorslaer, Colombia estructuró un sistema que mezclaba un fuerte componente de privatización con otro de regulación e intervención estatal orientado a la garantía de la equidad. Estados Unidos, por su parte, ha mantenido casi intacto su sistema de salud privatizado tal como lo describen los autores en el artículo de 1992.

martes, 29 de septiembre de 2009

Estándares de Educación Médica de Postgrado: La visión de la WFME

La educación médica de postgrado se podría definir como la fase en la cual los médicos se forman
bajo supervisión para una práctica independiente después de completar su formación médica básica.

Consta de formación de especialista y subespecialista, medicina familiar y otros programas de formación reglados. Después de completar un programa de formación de postgrado reglado, normalmente se otorga un diploma o certificado. Todo y que la educación médica de postgrado es
una fase limitada en el continuum de la educación médica, no se puede separar claramente de la
Educación Médica Continuada (EMC) o del Desarrollo Profesional Continuo (DPC).
Estos se llevan a cabo durante toda la vida profesional, después de la licenciatura en la facultad y se caracterizan por el aprendizaje autodirigido y pocas veces comportan formación supervisada durante largos períodos de tiempo.
En tal sentido, la WFME recomienda el siguiente grupo de estándares globales de la educación médica de postgrado estructurados de acuerdo con 9 áreas y 38 subáreas. Las ÁREAS definidas como componentes amplios se refieren a la estructura, proceso y resultado de la educación médica de postgrado y formación cubren:

1. Objetivos y resultados
2. Proceso de formación
3. Evaluación de los residentes
4. Residentes
5. Plantilla académica
6. Marco para la formación y recursos educativos
7. Programa evaluativo
8. Gobernabilidad y gestión
9. Renovación continuada

Las SUBÁREAS se definen como aspectos específicos de una área, correspondientes a indicadores de actuación. Los ESTÁNDARES se especifican para cada área utilizando dos niveles de adquisición:

• Estándares básicos. Los estándares se han de aplicar y su cumplimiento ha de quedar de manifiesto en la evaluación del programa de formación. Los estándares básicos se enuncian con la expresión “se debe”.

• Estándares para el desarrollo de la calidad. Son los que reflejan el consenso internacional sobre la mejor práctica para la educación médica de postgrado. El cumplimiento de estos estándares dependerá del estadio de desarrollo del programa de formación, sus recursos, la política educativa y otras condiciones locales que influyan en la relevancia y las prioridades.

Educación Médica Post Universitaria


A propósito del Foro acerca de las Especialidades Médicas en Colombia, organizado por ASCOFAME para el próximo 2 de octubre, transcribo a continuación, los conceptos planteados por la Asociacioón Médica Mundial, acerca del tema:

"Se espera y en algunas jurisdicciones es un requisito que el estudiante recién graduado de una institución que imparte educación médica siga un programa de formación postuniversitaria antes de obtener su licencia.

La educación médica postuniversitaria (EMPU), segunda fase de la educación médica, prepara al médico para ejercer una especialidad médica. La EMPU se centra en la adquisición de experiencia clínica y de competencias generales y profesionales, como también de conocimientos reales detallados en la especialidad médica, este proceso de aprendizaje prepara al médico para la práctica independiente de la medicina en dicha especialidad.

Los programas están basados en hospitales, clínicas y otras instituciones de salud y en la mayoría de las especialidades utilizan una atención interna y ambulatoria, lo que refleja la importancia de la atención para cantidades apropiadas de pacientes en la experiencia EMPU.

Los programas de EMPU, incluidos los del año de transición, por lo general se llaman programas de residencia y a los médicos que participan en ellos, residentes. El residente toma mayor responsabilidad de manera progresiva a lo largo de la residencia, junto con un crecimiento individual en experiencia clínica y conocimientos.

La educación de los médicos residentes se basa en la integración de la actividad didáctica en un currículo estructurado con diagnóstico y gestión de pacientes en niveles de supervisión apropiados y actividad docta destinada a obtener y mantener una experiencia de aprendizaje a lo largo de la vida.

La calidad de esta experiencia está directamente relacionada con la calidad de la atención del paciente, que siempre es la principal prioridad. La calidad educacional y la calidad de la atención del paciente son interdependientes y se deben buscar de tal manera que se realcen entre ellas, para lo cual, se debe mantener un equilibrio justo de manera que el programa de EMPU no se fíe en los residentes para satisfacer las necesidades del servicio a costa de los objetivos educacionales."

martes, 22 de septiembre de 2009

Día Mundial del Alzheimer: Algunas reflexiones


Fuente: DOYMA

Bajo el lema "No hay tiempo que perder", la organización Alzheimer's Disease International (ADI) organizó este 21 de septiembre una nueva edición del Día Mundial del Alzheimer, que se centra este año en las realidades de la vida de los afectados por este tipo de demencia.

Según la ADI, en el mundo hay 24 millones de personas y más millones de familiares que conviven diaramente con el gran reto que representa padecer esta enfermedad y atender a los afectados, a lo que hay que añadir el persistente estigma asociado a la demencia. En este contexto, el lema escogido tiene que ver con la necesidad de actuar rápidamente para que la voz de las asociaciones llegue a todas partes.

Igualmente, se destacó que, "aunque desgraciadamente no hay un fármaco que cure esta enfermedad degenerativa", "se ha mejorado mucho el tratamiento gracias a las terapias cognitivas". Indicó que con estas terapias se trata de estimular al máximo las capacidades que aún conserva el paciente, de tal manera que se retrasa el daño que produce el Alzheimer en el paciente.

"En el caso de que el paciente sepa escribir su nombre, pues que lo escriba cada día; si puede comer solo, que lo haga... Trataremos que mantenga unas condiciones básicas para que tenga cierta calidad de vida", añadió, apuntando que "la enfermedad del Alzheimer es una escalera de bajada con rellanos, y con la terapia de estimulación tratamos de que el rellano sea lo más largo posible hasta el siguiente escalón".

También se hizo un llamdo a que se realice una revisión periódica a la población en situación de riesgo de padecer esta enfermedad, de tal manera que se detecte de manera precoz. "No curaremos, pero comenzaremos a estimular a esa persona, a preparar a esa familia y a ahorrar dinero".

El perfil de los cuidadores de estos enfermos suele ser el de mujer, de entre 45 y 65 años, casada, con estudios medios y que dedica cerca de 732 horas al mes al cuidado del enfermo, "lo que supone 8 veces más que el cuidador de una residencia", explicó Selmes para quien se trata de una enfermedad que "sólo se cura con cariño, algo que no puede dar una residencia, sino sólo el entorno familiar".

Día Mundial del Alzheimer

El 21 de septiembre se celebra el día mundial del Alzheimer, evento institucionalizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y auspiciado por Alzheimer’s Disease Internacional (ADI) en 1994 para dar a conocer y difundir la enfermedad, solicitando el apoyo y la solidaridad de la población en general, de instituciones y de organismos oficiales.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Frases para Reflexionar: Los errores médicos


"El error médico tiene tres fuentes principales:

El simple azar que se entretiene en crear situaciones inesperadas.
La ignorancia personal o institucional.
La irresponsabilidad.

Son errores médicos, los estrictamente propios de los médicos como los de diagnóstico y procedimientos diagnósticos, los de pronóstico y los de tratamiento en cuanto a lo apropiado de la elección del procedimiento o fármaco, las dosis, la duración y la vía de administración."

Alberto Moreno Lázaro MD

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Más de la importancia de la relación médico - paciente


A propósito del tema, transcribo a continuación algunas reflexiones adicionales en torno a la importancia de una adecuada relación médico paciente, publicadas en la página electrónica de la Federación Colombiana de Asociaciones de Ginecología y Obstetricia:

"En muchos aspectos, la medicina que disponemos hoy en día es la mejor que alguna vez haya existido. La tecnología, la especialización y los avances en la investigación y en la práctica han aumentado en forma fantástica los recursos disponibles para la atención.

Varias encuestas a gran escala demuestran que la mayoría de los pacientes está satisfecha con la calidad de atención de su salud, sin embargo, dentro de este amplio panorama de satisfacción y de calidad de atención subsisten algunas importantes áreas de riesgos potenciales asociados con la nueva cara de la medicina moderna:

• Aumento en la tecnología, disminuyendo el lado "humano" de la atención.
• Aumento en las presiones de tiempo, disminuyendo el tiempo de contacto con el paciente.
• Aumento de la especialización, disminuyendo las relaciones de largo plazo con los pacientes.
• Aumento de las expectativas de los pacientes en cuanto a información y/o participación.

Las primeras tres particularidades descriptas pueden resultar en una atención percibida como impersonal, aún deshumanizada. El cuarto factor, especialmente cuando se combina con los otros tres puede resultar en una significativa insatisfacción del paciente con sus riesgos asociados: quejas , cambio de médicos, incumplimiento de las indicaciones y hasta juicios por mala praxis.

¿De qué se quejan los pacientes?

“No me preguntó mi opinión”,“No me explicó hábitos saludables”,“No me explicó efectos adversos”, “No me revisó”, “Me hizo esperar demasiado”, “No alentó preguntas”, “Estaba siempre apurado”, “No le preocupaban mis emociones”

Dado este estado de la medicina moderna, la calidad de la relación médico-paciente cobra aún mayor importancia. El médico de hoy en día está menos propenso a establecer confianza y compromiso entre los pacientes como una parte natural del proceso de atención de la salud. Hoy también es menos probable que los pacientes estén satisfechos y cooperativos si el médico no dedicó explícita atención a la calidad de la relación.

El diálogo como mediador de la relación médico paciente


A propósito del tema de la comunicación entre el médico y el paciente, recomiendo la lectura del artículo "El diálogo como mediador de la relación médico paciente", un conjunto de valiosas reflexiones del doctor Francisco Bohórquez, Médico Internista de la Universidad del Cauca, que refuerza la importancia de la comunicación como competencia fundamental de los profesionales médicos, del cual transcribo a continuación algunos fragmentos:

"La relación médico paciente ha sido considerada el acto central de la actividad clínica y el escenario principal de la medicina. Más allá de los conocimientos científicos y desarrollos tecnológicos, básicos para la práctica médica e imprescindibles en la formación del médico y demás profesionales de la salud, el diálogo se ha constituido desde la antigüedad en la base de la entrevista clínica, la guía para la exploración del paciente y en el medio terapéutico fundamental.

Este trabajo explora el rol clínico, pedagógico y curativo de la comunicación entre médico y paciente cuando se desarrolla como diálogo y conversación; diferenciándola de procesos como la discusión y otras formas de comunicación menos interactivas y transformadoras. Se establece el papel dialógico y dialéctico de esta interacción, que permite descubrir el sentido que tiene la enfermedad, motivando comprensión, acuerdos y aprendizajes recíprocos que hacen de la comunicación médico paciente un proceso pedagógico dialogante.

Se propone enfatizar y desarrollar explícita y sistemáticamente procesos y prácticas en las escuelas de medicina y en programas de educación continuada; que permitan elevar la conciencia de profesores y profesionales de la salud, de la trascendencia formativa que tiene el diálogo para la práctica clínica."

Artículo completo en:

Aspectos legales de la comunicación médica


Indagando acerca de la comunicación médica y sus implicaciones en la relación con los pacientes, los colegas, otros profesionales e incluso con los representantes de la administración de justicia y de la ética profesional, encontré este ingenioso texto de Claudia Tarazona que recoge con gran maestría los conceptos actuales sobre el tema:

"Cómo nos sentimos cuando el médico usa jerga, abreviaturas….. ¿ofendidos? ¿desplazados? Pensamos “no quiere que entienda o que haga preguntas”, “¿tendré algo malo?” “¡qué incertidumbre!” (Frase del cirujano al anestesista: “andá durmiéndolo que ya vengo”) Una vez más estas situaciones se repiten en diversos lugares del mundo. En Londres algunos enfermeros encuestados confesaron que en las recetas “sólo se entienden las primeras letras. El resto es garabato y sólo lo entiende el farmacéutico”. Como vemos no sólo se trata de jerga sino de caligrafía también.

La obligación del médico, la denominada “duty of care” implica informes claros, precisos. La ambigüedad en un texto (una sigla puede tener varios significados) quebranta el “standard of care”.

Esto ha llevado a muchos médicos a los tribunales por causas de mala praxis por varias razones, entre ellas los malos entendidos y por otro lado por la acción de los “ambulance chasers”. En un congreso sobre emergencias llevado a cabo en Buenos Aires en mayo el Dr. Frederick Blum, presidente electo de la American Society of Emergency Physicians comentó sobre las elevadas cifras que pagan los médicos en concepto de seguro, y la práctica de la llamada medicina defensiva o CYA medicine para cubrirse de la acción de esos abogados que son, como él los llamó, “vultures”.

Volviendo al campo de la lengua, puede ser que el médico ahorre tiempo al usar abreviaturas, pero debe considerar el daño potencial para el paciente si éste tiene acceso a dicho informe. Esto es tan serio que muchas empresas de seguros desaconsejan el uso del slang en los informes médicos o delante de los pacientes o sus familiares. Como dice el Académico Alberto Agrest en una publicación de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires : “El lenguaje verbal o gestual puede ser malinterpretado. El médico debe estar alerta a esta circunstancia”. (“I don´t appreciate your swelling”).

BBC News Online relata el caso de un médico que había escrito “TTFO” en un informe. Una forma elegante de decir “told to go away”, refiriéndose a un paciente problemático. Muy hábilmente cuando el juez le pidió que explicara la sigla dijo que significaba “to take fluids orally”, y salió del paso airoso."

Frases para Reflexionar: El valor de la palabra


"Comenzamos ahora a comprender también en todo su alcance la "magia" de la palabra. En efecto, la palabra es el medio más poderoso que permite a un hombre influir sobre otro..."

Sigmund Freud

"La jerga médica" ...

El lenguaje médico: Implicaciones en la comunicación con los pacientes

Con frecuencia se hace referencia a la mala calidad de la escritura de los profesionales de la medicina, haciendo énfasis en las dificultades para su comprensión por parte de los pacientes por medio de la expresión peyorativa "letra de médico".

Independiente de la veracidad o no de las afirmaciones en tal sentido, existe otro elemento fundamental de la comunicación entre el médico y el paciente, en el que con frecuencia, se presentan dificultades de igual magnitud, o aún mayores, que las escriturales: el ámbito de la comunicación verbal.

Y es que la jerga utilizada con cierta prepotencia por parte de los médicos, para darse un aire de pretendida importancia frente a los pacientes o a otros individuos legos en la medicina, dista mucho de ser el vehículo de comunicación adecuado para transmitir la información requerida para la comprensión de la enfermedad acaecida por los mismos y, aún más grave, para la práctica adecuada de las medidas necesarias para la recuperación de la salud.

Hay que trabajar en el mejoramiento de las competencias comunicativas, un pilar fundamental de la actuación profesional.

La empatía: una competencia médica básica


Para algunos autores, la empatía es una emoción que debe ser cultivada en los estudiantes de medicina como una habilidad necesaria para garantizar la relación médico - paciente. Spiro postula que debe ser considerada como pilar fundamental del cuidado de la salud y el núcleo central de las competencias profesionales, por lo que debe intentar desarrollarse en los futuros médicos a partir de experiencias educativas que fortalezcan la concepción del acto médico como un acto esencialmente humano.

¿Qué estamos haciendo los educadores médicos para promover el desarrollo de la empatía en nuestros estudiantes?

Comentario Completo

Spiro H. Commentary: The practice of empaty. Academic Medicine. 2009. 84(9):1177-1179.

Resúmenes: Writing training for academic physicians of diverse language backgrounds


A biomedical researcher’s career path can be determined by his or her success in publishing research results. Furthermore, the ability to clearly communicate one’s research findings determines the extent to which those findings can be used as the basis of others’ research. At the same time as English is becoming the dominant language of science, a growing number of US
trainees and faculty do not speak English as their first language.

Therefore, instruction in the conventions of English-language scientific writing should be an integral part of career development for both native and nonnative English-speaking researchers,
say Carrie Cameron, PhD, and co-workers, who discuss the scientific writing education program at the University of Texas M. D. Anderson Cancer Center.

Focus groups indicated that both faculty and trainees needed scientific writing support. The Department of Scientific Publications envisioned a workshop that could be useful for all, and formed a steering committee to develop such a course. The result of this program was an 18-hour workshop, “Writing and Publishing Scientific Articles.”

The workshop follows the widely accepted model of introduction, methods, results, and discussion (IMRAD), and covers topics such as material to include in each section, building the sections, use of background, discussions of others’ work, and mention of study limitations. Workshop time is devoted to techniques for writing with clear and cohesive language and to getting started in the writing process.

The workshops are led by teams of experienced biomedical editors, and faculty members lead the discussion on the peer review process. Qualitative feedback from participants has been overwhelmingly positive; in particular, nonnative English speakers note that they find the discussions of English language structure and rhetoric very helpful.

Artículo completo

Cameron C, Deming SP, Notzon B, Cantor SB, Broglio KR, Pagel W. Scientific writing training for academic physicians of diverse language backgrounds. Acad Med 2009;84(4): 505 - 510.

viernes, 11 de septiembre de 2009

La salud: ¿Un derecho fundamental?


La Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional, profirió la Sentencia T-760 de 2008, donde resolvió veintidós acciones de tutela, en las que se solicitaba proteger el derecho a la salud. Veinte de ellas, fueron presentadas por personas que requerían acceder a un servicio de salud. Las dos restantes fueron presentadas por una EPS (Sanitas) que pedía al Ministerio de la Protección Social, en un caso, y al Consejo Superior de la Judicatura, en otro, que se ajustara la regulación en materia de recobros al Fosyga.

La Sentencia T-760 de 2008 tiene 411 páginas, en la cuáles se incluyen dos anexos (uno con los antecedentes detallados de cada uno de los casos y pruebas decretadas por la Corte, y otro con la génesis y evolución del derecho a la salud en el ámbito internacional e interamericano, principalmente de los tratados que forman parte del bloque de constitucionalidad). En la sentencia se resuelven 13 problemas jurídicos, nueve de ellos derivados de los casos concretos, 4 de ellos atinentes a las fallas en la regulación y en la vigilancia del sistema de salud.

A manera de resumen, la Corte Constitucional reiteró que “el derecho a la salud es fundamental”. Ello no significa que sea absoluto. Sin embargo, como cualquier derecho fundamental, la salud tiene un núcleo esencial que debe ser garantizado a todas las personas. Además, el ámbito de dicho derecho puede ser objeto de limitaciones que, para ser admisibles, deben estar justificadas a la luz de los principios de razonabilidad y proporcionalidad.Dice la Corte que el derecho fundamental a la salud, comprende, entre otros, “el derecho a acceder a servicios de salud de manera oportuna, eficaz y con calidad, una utopía que parece alejarse cada vez más de la realidad.

Más información:

miércoles, 9 de septiembre de 2009

La simulación en medicina


La simulación es una técnica empleada de manera formal en la educación médica desde hace más de 40 años. Su utilización ha permitido un mejor adiestramiento de estudiantes de medicina y enfermería y de especialistas en diferentes residencias clínicas y quirúrgicas y perfeccionamiento de técnicas invasivas y quirúrgicas. Además, mediante la simulación se ha podido realizar una enseñanza más objetiva, ya que en ocasiones el acceso del estudiante al paciente se ve limitado por parámetros éticos, sociales, administrativos y legales.

Finalmente, la simulación unida al razonamiento crítico y a la enseñanza basada en la resolución de problemas, ha permitido perfeccionar y entender el profundo significado de las competencias.
Como técnica, la simulación ofrece de forma objetiva y controlada entender la verdadera importancia de ensayo y error, como base importante de la destreza, además se constituye en un método de control de calidad de procesos tanto educativos como médico-quirúrgicos.

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Como mejorar el desempeño de los "estudiantes promedio"

Los estudiantes promedio hacen parte de todos los salones de clase alrededor del mundo. Son quienes obtienen calificaciones que los salvan de reprobar, pero que tampoco los ubican en los cuadros de honor. Los maestros saben que estos estudiantes pueden lograr un mejor desempeño, pero son jóvenes que no logran ser motivados y, puesto que no muestran problemas de comportamiento, pasan desapercibidos en el salón de clase.

A simple vista, la situación no parece grave, siempre y cuando estos estudiantes "promedio" no empiecen a engrosar la lista de reprobados. Sin embargo, si se considera que en un salón de clase el 50% de los alumnos son clasificados como promedio, vale la pena apuntar las armas docentes hacia esta población, pues en los avances de este grupo radica no sólo el éxito de la clase, sino la posibilidad de mejorar el promedio de la institución y lograr una mejor ubicación en el ranking nacional.

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