jueves, 30 de abril de 2009

La enseñanza al lado del enfermo

"El caso es que las enfermedades que escapan al examen de los ojos quedan sometidas al examen de la inteligencia"

Hipócrates

Síndrome de Desgaste Profesional


El síndrome de desgaste profesional, también conocido cono síndrome de burnout, es una condición patológica relativamente frecuente en los médicos, que fue descrita inicialmente por Freudenberger en 1974, como “el agotamiento de energía experimentado por los profesionales cuando se sienten sobrepasados por los problemas de los demás”.

Gillespie y Maslach complementaron esta definición incluyendo como elementos desencadenantes el estrés crónico relacionado con el trabajo y las consecuencias físicas y emocionales derivadas del mismo. Este último autor, desarrolló posteriormente un instrumento de valoración, el Maslach Burnout Inventory, que valora tres dimensiones como elementos constitutivos del síndrome: cansancio emocional, despersonalización y falta de autorrealización.

El cansancio emocional se evidencia en el pérdida de energía, una especie de agotamiento ante las exigencias de la profesión y una disminución progresiva del compromiso con las actividades propias de la misma; la despersonalización se caracterizaría por la aparición de sentimientos de indiferencia frente a los pacientes y deshumanización, y la falta de autorrealización, como una actitud negativa hacia sí mismo y hacia el trabajo, con la consiguiente pérdida de autoestima y baja productividad.

Entre las consecuencias del síndrome observadas con mayor frecuencia en los profesionales de la salud que lo padecen, se encuentran ansiedad, dificultad para el mantenimiento de relaciones interpersonales adecuadas, disminución de la calidad asistencial, ausentismo y reducción de la productividad.

Por otra parte, algunos factores que parecen disminuir el riesgo de desgaste profesional incluyen la actitud positiva frente a la vida, la satisfacción profesional, la sensación de reconocimiento de la utilidad de su trabajo y la integración al equipo de trabajo.

La tutoría en la práctica


De acuerdo con Alvarez - Bisquerra (1996), la tutoría puede ser concebida como una acción sistemática, concretada entre un tutor y uno o más estudiantes, en un tiempo y un espacio determinados, en la que los alumnos reciben una atención especial que permite ajustar la respuesta educativa a las necesidades particulares, promover la formación integral del individuo, orientar el proceso de toma de decisiones, fomentar el desarrollo progresivo de la autonomía y cualificar las relaciones en la comunidad académica.

Desde esa perspectiva, la acción tutorial constituye un elemento inherente al ejercicio de la función sustantiva de la docencia, dado que implica una relación individual con el educando en la estructura y la dinámica de sus actitudes, aptitudes, conocimientos e intereses, propendiendo por una formación integral.

Entre los elementos que han de ser tenidos en cuenta para la planeación y la implementación de la acción tutorial se incluyen:

1. La temática: elemento vehicular de la tutoría, siendo en la mayor parte de los casos, eje aglutinante de la acción tutorial. La selección de la (s) temática (s) puede llevarse a cabo con base en demandas específicas de los estudiantes y/o en propuestas del tutor fundamentadas en el conocimiento de sus alumnos.

2. La dinámica: la forma como se lleve a cabo la tutoría es un elemento clave en la obtención de los resultados esperados. Entre las variables a tener en cuenta para la selección de la (s) dinámica (s) que soporten la implementación de la acción tutorial se incluyen la potencialidad de lograr niveles elevados de comunicación, la flexibilidad de los procesos y la aplicabilidad en diferentes contextos e individuos.

3. El contexto: La acción tutorial también ha de considerar los elementos que se encuentran alrededor del estudiante y afectan, de forma positiva o negativa, el desempeño del mismo en el proceso educativo: las características del núcleo familiar, el clima educativo, la calidad de las relaciones sociales, el enfoque pedagógico de la institución, las perspectivas de los docentes, entre otros.

Es importante tener en cuenta que la tutoría debe estar orientada a garantizar la autonomía de los estudiantes, siendo necesario que no se genere una dependencia de los mismos y que el docente "desaparezca" progresivamente en el curso del proceso, por lo tanto, las acciones incluidas en el plan tutorial deben promover la motivación hacia el aprendizaje y el desarrollo de habilidades personales de solución de problemas.

Algunas consideraciones metodológicas para la implementación de las tutorías incluyen:

1. Definición de objetivos, estrategias didácticas y formas de evaluación.

2. Definición de un espacio y un tiempo determinados para la realización de la tutoría.

3. Identificación y consecución de los recursos de soporte.

4. Selección de los tutores con base en la actitud y la capacitación acerca del proceso.

5. Capacitación de los tutores en manejo de la estrategia didáctica.

6. Asignación de tiempo para las tutorías en la planeación de las labores docentes.

7. Registro de actividades.

8. Evaluación y retroalimentación.

Estrategias Didácticas: Las tutorías


Las tutorías representan una estrategia privilegiada en los modelos pedagógicos constructivistas, dada su connotación de acompañamiento personalizado del estudiante durante el proceso de formación.

Tal como se concibe de forma tradicional, el concepto de tutoría nació en las universidades inglesas, como una actividad de apoyo al aprendizaje fundamentada en la formalización de una relación entre un tutor y un estudiante o un grupo pequeño de estudiantes, en la cual se llevan a cabo reuniones periódicas para aclarar dudas, ampliar el análisis y la discusión en temas o materias específicas y reforzar el proceso individual de aprendizaje, fortaleciendo la comunicación de doble vía.

El sistema tutorial parte de la premisa de que cada estudiante es único e irrepetible y por tanto requiere un trato individualizado que permita explorar su naturaleza, reforzar sus debilidades y potenciar sus fortalezas para garantizar un proceso exitoso de formación.

Entre las ventajas del método se incluyen:

· Utilidad como sistema de retroalimentación para el profesor.
· Interacción personalizada.
· Conocimiento a profundidad del estudiante.
· Identificación de factores de riesgo de mortalidad académica.
· Comunicación y desarrollo de doble vía (profesor – estudiante).

Algunas limitaciones de las tutorías son:

· Se requiere mayor número de docentes.
· Baja relación costo beneficio.
· Necesidad de capacitación previa de docentes y estudiantes.
· Infraestructura de soporte.
· Costo económico del proceso.

miércoles, 29 de abril de 2009

La observación en Medicina: El ojo clínico

La observación es una de las habilidades más importantes en la práctica cotidiana de la medicina, dado el rol que cumple como herramienta de recolección de información del paciente y el contexto que lo rodea.

Influenza Porcina: Alerta Nivel Cinco



La Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó hoy la alerta por el brote de influenza porcina al nivel cinco, lo que implica declarar la emergencia sanitaria en los países miembros del organismo que se hayan visto afectados.

La guía de Alerta y Respuesta a una Influenza Pandémica de la OMS indica que a partir de la fase cinco se aconseja limitar los viajes a las zonas afectadas y establecer medios de vigilancia como cámaras infrarrojas que indican la temperatura del cuerpo en los puntos de entrada y salida de los países. El cierre de las fronteras será evaluado en el caso particular de cada Estado afectado, de acuerdo con la evolución del brote y las condiciones particulares del país.
Será responsabilidad de los gobiernos de cada nación cuidar de la salud de sus ciudadanos, por lo que cada Estado será libre de determinar las medidas que considere pertinentes para evitar la propagación del virus. La fase cinco indica que la pandemia es inminente y es una decisión que se toma cuando se comprueba la propagación del virus de persona a persona en al menos dos países de una región de la OMS.

La fase seis de alerta se declara cuando se comprueba la propagación del virus de persona a persona en al menos dos países de una región de la OMS, con la aparición de brotes comunitarios en al menos un tercer país de una región distinta, siendo en esta última fase cuando se declara una pandemia mundial.

Desde que el 27 de abril elevó la alerta del nivel tres al cuatro, la OMS aconsejó a los países no afectados que se preparen para el posible brote de la enfermedad y consideren puntos de vigilancia sanitaria en las fronteras.

El organismo sugiere que los gobiernos recomienden a las personas con padecimientos respiratorios que acudan al médico para cerciorarse del virus que padecen y aislarse en sus hogares al primer síntoma de influenza.

También aconseja cerrar escuelas, lugares públicos y cancelar eventos masivos como lo han hecho las autoridades mexicanas. Además, invita a aplicar medidas de seguridad sanitaria en el transporte público y lugares de trabajo.

Los Estados, a su vez, deben monitorear la existencia de medicamentos antivirales, el estado y disposición del personal médico, y estudiar la posibilidad de habilitar y utilizar instalaciones alternativas como clínicas y laboratorios médicos.

lunes, 27 de abril de 2009

El pensamiento sistémico


Un artículo publicado recientemente por Marisa Maiocchi, establece con gran claridad los fundamentos conceptuales del pensamiento sistémico, por lo que me he permitido adaptar el texto de base al contenido de este blog:

El pensamiento sistémico, también llamado pensamiento complejo por algunos autores, es un marco conceptual, un cuerpo de conocimientos y un conjunto de herramientas que se ha desarrollado en las últimas décadas para lograr una mejor comprensión del mundo y alcanzar la resolución de los problemas que se plantean en la gran “complejidad” del mundo real.

El pensamiento sistémico es una disciplina para ver totalidades, interrelaciones en vez de cosas, patrones de cambio en vez de imágenes estáticas y en tal sentido, implica una apertura de la mirada, un cambio de enfoque.

Cuando manejamos sistemas complejos, el pensamiento lógico lineal que se ha enseñado, aprendido y practicado en la cotidianidad del ámbito escolar, es a todas luces insuficiente. Ni las personas ni los acontecimientos se rigen por las leyes de la lógica, no son tan fáciles de predecir ni los problemas tan fáciles de resolver como una ecuación matemática.

Peter Senge señala que “el pensamiento sistémico es hoy más necesario que nunca porque la complejidad nos abruma”, quizá por primera vez en la historia, la humanidad tiene capacidad para crear más información de la que puede absorber, para alentar mayor interdependencia de la que puede administrar y para impulsar el cambio con una celeridad que nadie puede seguir.

En esa misma línea, Herrscher plantea que la mirada sistémica es un enfoque capaz de mostrar la ubicación de cualquier sub-sistema o problema en su relación con los demás, para luego ir limitando su alcance a lo que se desea abarcar en cada instancia concreta.

El método se puede aplicar a problemas de la educación o del gobierno, de ingeniería, de medicina y de otras disciplinas en que sea necesario tomar decisiones estratégicas. De hecho, la educación universitaria y la formación profesional podrían iniciarse con una mirada sistémica, a cambio de la visión reduccionista que se pone de presente en la mayor parte de los planes de estudio de la educación superior: parecería que la ingeniería no fuese más que un conjunto de aplicaciones de las ciencias y la medicina, una conjunción de saberes y habilidades en campos tan diversos como la anatomía, la fisiología, la biología molecular y la farmacología.

El enfoque sistémico no es una panacea, porque comprender la estructura de los problemas generalmente los muestra en su verdadera complejidad, y no siempre facilita su solución cuando hay choque de intereses individuales o de paradigmas culturales. Sin embargo, si el empleo de la mirada sistémica pudiese generalizarse, los conflictos más insolubles se verían con una luz que los relativizaría y los haría más comprensibles, condición necesaria para encarar una solución.

Referencias

1. La Quinta Disciplina, de Peter Senge, Granica , Buenos Aires, 2004.2. Pensamiento sistémico, de Enrique Herrscher, Granica., 2da. Edición, Buenos Aires, 2003.
3. Introducción al Pensamiento Sistémico, de Joseph O’Connor y Ian McDermott, Urano, Buenos Aires, 1998.

domingo, 26 de abril de 2009

Sócrates: A propósito de las competencias


" Sólo es útil el conocimiento que nos hace mejores" ... Sin comentarios!

Sócrates

Influenza Porcina: Preguntas Frecuentes

Fuente: Página Oficial Organización Panamericana de la Salud

¿Qué es la influenza porcina?

La influenza porcina es una enfermedad respiratoria aguda altamente contagiosa que ocurre en los cerdos, y que es causada por uno de los varios virus de influenza tipo A que circulan en estos animales. Este tipo de virus tiende a causar alta morbilidad en los cerdos pero baja mortalidad (1 a 4%). El virus se trasmite entre los cerdos a través de aerosoles por contacto directo e indirecto, y existen cerdos que son portadores del virus y son asintomáticos. Los brotes se producen en los cerdos durante todo el año, con un aumento de la incidencia en el otoño y el invierno en zonas templadas. Muchos países vacunan a la población de cerdos de manera rutinaria contra la influenza porcina.

Los virus de influenza porcina son comúnmente del subtipo H1N1 aunque también circulan otros (H1N2, H3N1, H3N2). Los cerdos también pueden infectarse con virus de influenza aviar, con virus de influenza humana estacional, así como con virus de influenza porcina. Se cree que el virus porcino H3N2 fue introducido originalmente a los cerdos por los humanos. Algunas veces los cerdos pueden ser infectados con más de un tipo de virus al mismo tiempo, y esto puede ocasionar que los genes de estos virus se mezclen. Esto puede dar como resultado un virus de influenza que contiene genes de varias fuentes, fenómeno que se conoce como un virus "reasociado". Aunque los virus de influenza porcina normalmente son específicos de ésa especie y solamente infectan cerdos, en algunas ocasiones logran pasar la barrera entre especies y causar enfermedad en humanos.

¿Cuáles son las implicaciones para la salud humana?

Brotes y casos esporádicos de infección en humanos con virus de influenza porcina se han reportado ocasionalmente. Los síntomas clínicos generalmente son similares a los de una influenza estacional pero se presentan amplias características clínicas que van desde infecciones asintomáticas hasta neumonías severas, provocando incluso la muerte. Debido a que las características clínicas típicas de la infección por influenza de origen porcino en humanos son semejantes a las de la influenza estacional y a las de otras infecciones agudas del tracto respiratorio superior, muchos de los casos han sido detectados de manera casual a través de los sistemas de vigilancia de influenza estacional. Aquellos casos que son asintomáticos o leves podrían escapar la detección, por lo cual la verdadera extensión de estos casos en humanos es aún desconocida.

¿Dónde han ocurrido casos en humanos?
Desde la implementación del Reglamento Sanitario Internacional (RSI‐2005)1 en el 2007, la OMS ha recibido notificaciones de casos de influenza porcina de Estados Unidos y España.

¿Cómo se infectan las personas?

Las personas usualmente adquieren la influenza porcina de cerdos que están infectados; sin embargo, algunos casos humanos no tienen antecedentes de contacto con cerdos o con espacios de medio ambiente donde haya habido cerdos. La transmisión de persona a persona ha ocurrido en algunos casos pero solo se produjo en contactos cercanos y grupos compactos de personas.

¿Se puede consumir carne de cerdo o productos derivados del cerdo?

Sí. La influenza de origen porcino no ha mostrado ser transmitida a personas a través del consumo de alimentos que hayan sido adecuadamente manipulados y preparados, como la carne de cerdo y otros derivados del mismo. El virus de la influenza de origen porcino muere fácilmente a temperaturas de cocción de 70°C/160°F, lo que es consistente con las guías generales para la preparación de carne de cerdo y otras carnes.

¿Cuáles países han sido afectados por brotes en cerdos?

La influenza porcina no es un evento de notificación obligatoria para las autoridades internacionales de salud animal como la Organización Mundial de Salud Animal (OIE, www.oie.int), por lo que su distribución internacional en animales no es bien conocida. La enfermedad es considerada endémica en Estados Unidos. Se han conocido también la ocurrencia de brotes en cerdos en el norte y sur de América, Europa (incluyendo Reino Unido, Suecia e Italia), África (Kenia) y en partes del este de Asia, incluyendo China y Japón.

¿Qué hay sobre el riesgo de pandemia?

Es posible que muchas personas, especialmente aquellas que no tienen contacto regular con cerdos, no tengan inmunidad que los proteja contra la infección por virus de influenza de origen porcino. Si un virus de origen porcino establece una transmisión eficiente de persona a persona, éste puede causar una pandemia de influenza. El impacto de una pandemia causada por tales virus es difícil de predecir, pues depende de la virulencia del virus, de la existencia o no de inmunidad en las personas, de la protección cruzada por anticuerpos adquiridos a través de la infección con virus de influenza estacional y de factores propios del portador.

¿Existe vacuna para protegerse de la influenza de origen porcino?

No. No hay vacunas para contener el virus de influenza porcina que actualmente está causando enfermedad en humanos. Se desconoce si las vacunas actuales contra la influenza humana estacional pueden brindar alguna protección. Los virus de influenza se caracterizan por cambiar rápidamente por lo que es importante desarrollar una vacuna contra la cepa del virus circulando actualmente a fin de brindar la máxima protección a las personas que se vacunen. Es por ello que la OMS requiere acceder al mayor número posible de virus para poder seleccionar aquel candidato más apropiado para la vacuna.

¿Qué medicamentos están disponibles para el tratamiento?

Medicamentos antivirales para la influenza estacional se obtienen en algunos países y previenen y tratan efectivamente la enfermedad. Hay dos tipos de antivirales: 1) amantadina y rimantadina, e 2) inhibidores de la neuraminidasa (oseltamivir y zanamivir). 2

Muchos de los casos humanos de influenza de origen porcino que han sido reportados previamente, se recuperaron completamente sin necesitar atención médica y sin usar medicamentos antivirales.

Algunos virus de la influenza desarrollan resistencia a los medicamentos antivirales, limitando la efectividad de éstos para el tratamiento y la quimioprofilaxis. Los virus obtenidos de los casos humanos recientes de influenza de origen porcino en Estados Unidos fueron sensibles a oseltamivir y zanamivir, pero resistentes a amantadina y rimantadina.

En este momento, la información es insuficiente para hacer recomendaciones sobre el uso de antivirales en la prevención y tratamiento de infección en humanos por virus de influenza porcina. Los médicos tienen que tomar decisiones con base en el cuadro clínico y la evaluación epidemiológica, así como sobre los daños y beneficios de la profilaxis o el tratamiento para un paciente2. Para los brotes actuales de infección en humanos por virus de influenza porcina, que están ocurriendo en Estados Unidos y México, las autoridades nacionales y locales están recomendando el uso de oseltamivir o zanamivir para el tratamiento y prevención de la enfermedad con base en el perfil de susceptibilidad de los virus.

El manejo del dolor como un Derecho Fundamental ¿Estamos preparados para asumirlo?


Con base en la dificultad para alcanzar una comprensión integral de la experiencia dolorosa y en la lentitud con que se vienen dando los cambios en el manejo del dolor en los ámbitos médico, cultural, legal y político, Brennan y colegas plantean la necesidad de promover la obligatoriedad de un manejo adecuado del mismo a niveles que trasciendan la práctica clínica y los referentes éticos de la medicina, transformando el enfoque con que se analiza el tema desde el cumplimiento de una buena práctica médica hacia la obligación social e institucional basada en un derecho fundamental del ser humano.

Según los autores, el uso del término “derecho” es conveniente para la promoción de un ideal y para el reforzamiento de la obligatoriedad del cumplimiento del mismo, sin embargo, la falta de claridad en la definición de la naturaleza del mismo (fundamentación ética vs fundamentación legal) genera dificultades para su aplicación universal.

Garantías Constitucionales

La constitución de la mayor parte de los países del mundo consagra el cuidado de la salud como un derecho fundamental de los ciudadanos, sin embargo, cuando se analizan las implicaciones del dolor en la vida del individuo y las repercusiones sociales y políticas del fenómeno, existen diferentes interpretaciones frente al cumplimiento cabal del mismo, particularmente en lo relacionado con el manejo paliativo del dolor mediante el uso de opioides u otros fármacos restringidos por leyes y políticas estatales en pacientes con enfermedades terminales dada la estrecha relación existente entre el alivio del dolor y el sufrimiento y la probabilidad de eventos adversos, adicción e incluso la ambientación de un suicidio asistido.

Los argumentos esbozados frente a las medidas restrictivas asumidas en estos casos están planteados alrededor de la consideración que se da “un manejo inadecuado y despectivo” a la evidencia científica que sustenta una buena relación costo beneficio entre el uso de dosis elevadas de opioides para el tratamiento del dolor y otros síntomas asociados en los pacientes con neoplasias malignas.

Hacia el futuro se plantean grandes retos en relación con el manejo del dolor en otros contextos, incluyendo el dolor crónico no oncológico, el cual está siendo objeto de atención especial por parte de profesionales de la salud, grupos de usuarios y legisladores, como una condición patológica que se encuentra en franco aumento y frente a la cual existen aún más restricciones que respecto al ocasionado por cáncer.

Regimenes estatutarios

La consideración del manejo del dolor en regimenes estatutarios específicos está planteada en tres escenarios: el derecho del paciente al manejo del dolor, la protección legal de los profesionales y el papel de la educación en el manejo del síntoma.

Existen varios marcos de referencia acerca del derecho a un manejo adecuado del dolor, sin embargo, en todos ellos existe coincidencia en torno al hecho que cualquier paciente que se encuentra bajo el cuidado de un profesional de la salud tiene derecho a recibir el máximo alivio del dolor y el sufrimiento dentro de los límites razonables y que las medidas terapéuticas asumidas en cada caso han de estar en concordancia con el nivel de intensidad del dolor y el sufrimiento.

En un segundo escenario, se ha venido trabajando en la definición de medidas de protección civil y legal frente a la actuación profesional en casos de difícil manejo, especialmente en el cuidado de pacientes con enfermedades en estado terminal. En tal sentido, se hace referencia a la intencionalidad del profesional cuando prescribe un tratamiento determinado (alivio del dolor), a la obtención del consentimiento previo del paciente y su familia y a la adherencia de éste a los estándares planteados universalmente en relación con el cuidado paliativo de los pacientes.

El tercer ámbito que ha de ser considerado en los regimenes estatutarios en torno al manejo del dolor es el del papel del médico en la transmisión de información y el de la educación del paciente y su familia en tópicos relacionados con el alivio del dolor y el sufrimiento derivados de la enfermedad que padezca. Algunos elementos que vienen siendo manejados en los regimenes estatutarios incluyen la remisión del caso a profesionales especializados en el manejo del dolor, el desarrollo de proyectos de investigación tendientes a cualificar la atención integral del paciente y el ofrecimiento de información clara y precisa de la enfermedad y sus consecuencias.

Según Brennan y colegas, los componentes esenciales de cualquier legislación regulatoria respecto al tema deberían incluir: el manejo razonable del dolor como un derecho del paciente; la obligación del profesional responsable del cuidado de la salud de escuchar y responder en forma oportuna y adecuada a las quejas del mismo; la definición clara de los lineamientos médicos, éticos, legales y penales en torno al manejo del dolor; la existencia de un sistema de referencia a niveles especializados en el tratamiento de estos pacientes y la organización de programas y actividades de educación continuada para médicos y pacientes en relación con los aspectos mencionados.

Conclusiones

· El dolor es uno de los motivos de consulta más frecuentes alrededor del mundo.
· A pesar de los avances alcanzados en los últimos años en la comprensión de los mecanismos fisiopatológicos que sustentan la aparición del dolor, persisten grandes vacíos en el manejo del mismo.
· Las principales barreras para el manejo óptimo del dolor incluyen falta de preparación por parte de los profesionales de la salud, temor a la utilización de medicamentos de control, ausencia de comprensión acerca de la subjetividad de la experiencia dolorosa y fallas en la comunicación entre médico y paciente.
· Los opiáceos representan la piedra angular del tratamiento en dolor crónico moderado a severo de cualquier naturaleza, sin embargo, existen numerosas limitaciones de orden social, cultural, político y social que impiden su uso efectivo en estas condiciones patológicas.
· El control inadecuado del dolor genera importantes consecuencias biológicas, psicoafectivas, sociales y económicas y va en contra de los principios éticos y de los referentes profesionales de la ciencia médica.
· Existen consideraciones de orden filosófico, ético y legal para considerar el manejo del dolor como un derecho fundamental del individuo, no obstante, la aplicación de los mismos en la práctica cotidiana depende por completo de la postura de los profesionales de la salud responsables del cuidado del paciente y de su interpretación del concepto de “buena práctica médica”.

Referencia

Brennan F, Carr D, Cousins M. Pain management: A fundamental Human Right. Anesth Analg 2007;105: 205 – 21.

El manejo del dolor: Una competencia desde lo biológico, lo psicosocial, lo ético y lo legal


El dolor es una de las afecciones más comunes en la consulta médica en todos los niveles sanitarios. A diario, millones de personas se ven afectadas por dolor en todo el planeta, ocasionando un marcado deterioro de su estado de salud y de la calidad de vida, hechos que determinan la importancia de garantizar la competencia en el manejo adecuado del mismo como un elemento clave en la formación de los profesionales de la salud.

Datos del National Center for Health Statistics (NCHS) indican que 32.8% de la población estadounidense sufre dolor crónico y aproximadamente cien millones de personas asisten cada año a consulta médica por diferentes tipos de dolor episódico o persistente, siendo más común en los ancianos y en los pacientes con enfermedades terminales: más de tres cuartas partes de la población mayor de 75 años refiere algún tipo de dolor y alrededor de dos terceras partes de los mayores de 65 años institucionalizados, sufre de dolor crónico.

Desafortunadamente, los esquemas de tratamiento empleados en el manejo de los pacientes con dolor crónico no alcanzan el alivio total del síntoma ni la recuperación funcional completa en una gran proporción de casos. Algunos investigadores han reportado la persistencia del síntoma dos años después del inicio del tratamiento hasta en dos terceras partes de los pacientes tratados medicamente, hecho difícil de explicar si se tienen en cuenta los grandes avances alcanzados en la comprensión de los fenómenos fisiopatológicos subyacentes al dolor.

Entre las razones planteadas por Brennan y colegas (2007) para explicar las deficiencias detectadas en el manejo del dolor se incluyen determinantes culturales, condicionamientos sociales, posturas políticas, tendencias religiosas y actitudes individuales frente al mismo. Otras barreras para alcanzar el control óptimo del dolor y la rehabilitación funcional del paciente incluyen la complejidad del mecanismo etiológico de base, la falta de conocimiento por parte del personal médico, el abordaje inadecuado del paciente, el temor a utilizar esquemas de tratamiento que incluyan medicamentos de control especial y la preocupación por la posibilidad de aparición de efectos secundarios adversos, tolerancia o adicción.

El punto de vista cultural

Los referentes culturales influencian el comportamiento humano, individual y colectivo, incluyendo lo referente a los conceptos de salud y enfermedad, así, de acuerdo con Brennan “todas las culturas tienen una postura clara frente al dolor y al tratamiento del dolor”.

Las concepciones históricas en torno al dolor han evolucionado a través del tiempo, desde una tendencia claramente influenciada por los determinantes sociales del contexto hacia una que privilegia la percepción subjetiva del síntoma y el bienestar individual, en una actitud humanitaria que permita garantizar el alivio del dolor y el mejoramiento de la calidad de vida del paciente. Por otra parte, la religión, la filosofía y el folklore han contribuido a “cargar de significado” el concepto del dolor en torno a la perspectiva espiritual y a la trascendencia del individuo como resultado del sufrimiento derivado de la experiencia nociceptiva.

Los cambios más importantes en relación con el manejo del dolor (especialmente en lo concerniente al dolor oncológico), se han dado como resultado de la iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, durante las dos últimas décadas. No obstante, a pesar del interés creciente de los líderes de la salud en la búsqueda de soluciones concretas al problema del dolor, aún persisten numerosos mitos acerca del dolor entre pacientes y profesionales responsables de la atención de su salud.

Algunos de estos mitos incluyen los conceptos que el dolor es “necesario, natural y en algunas ocasiones beneficioso” para el sujeto; que el dolor es esencial para alcanzar el diagnóstico y que no debe ser eliminado por completo mientras no se haya identificado la causa del mismo; que la palabra “paciente”, derivada etimológicamente del latín patiens, que significa “alguien que sufre” ha de ser tomada en sentido literal; que el dolor severo, relacionado con una intervención quirúrgica, con una enfermedad crónica y/o con el desarrollo de una neoplasia es inevitable y que muchos pacientes con dolor crónico de naturaleza no oncológica son simuladores.

Los referentes políticos y legales también representan un obstáculo significativo para el tratamiento adecuado del dolor en algunos países. Los opioides, fármacos de elección en el tratamiento del dolor moderado a severo de cualquier etiología, son objeto de múltiples controversias (temor frente al uso ilegal de las sustancias, abuso y adicción) en relación con la importación, fabricación, distribución y prescripción de estas sustancias por parte de agencias nacionales e internacionales.

Adicional a lo anterior, en algunas regiones se presentan situaciones particulares en torno a la prescripción, distribución y utilización de los opiáceos en la práctica médica: prohibición del uso de opioides en dolor crónico de origen oncológico y autorización para el manejo del dolor postoperatorio, restricción de la prescripción en los niños y permisividad plena en los adultos, disponibilidad de presentaciones de liberación sostenida y ausencia de otras formas posológicas, entre otras.

El punto de vista médico

La principal barrera para el manejo adecuado del dolor por parte de los responsables del cuidado de la salud es la concepción errada, especialmente en relación con los opioides, acerca de los efectos farmacológicos de dichos medicamentos y de las indicaciones de los mismos en torno a diferentes condiciones clínicas.

De acuerdo con Brennan y colegas, el temor de los médicos frente al uso de opiáceos para el control del dolor estaría determinado por la falta de conocimiento en relación con el tema y por una cierta “fobia” a dichas sustancias, la cual estaría en consonancia con la falta de solidez de la formación profesional.

Diferentes encuestas llevadas a cabo en profesionales de la salud respecto a la competencia en el manejo del dolor, sugieren que el entrenamiento y la exposición a experiencias académicas en torno al manejo del paciente con dolor son insuficientes. Por otra parte, en relación con los pacientes y sus familias, el temor frente a la administración de opioides con fines terapéuticos se ha visto asociado con edad avanzada, bajo nivel cultural y escasa información al respecto.

El punto de vista ético y legal

Durante muchos siglos, el énfasis de los tratamientos médicos y quirúrgicos estuvo planteado en torno a la preservación de la vida, dejando en un segundo plano el alivio del dolor. Desde hace unos cuarenta años, con la introducción del modelo biopsicosocial, han tomado fuerza otros elementos no biológicos como referentes de la atención médica, incluyendo la percepción individual de la calidad de vida y la subjetividad del paciente respecto a la evolución de su condición patológica.

Desde ese enfoque, el modelo biomédico tradicional se hace insuficiente frente a la necesidad de un abordaje integral del paciente con dolor y de la sociedad en que vive, razón por la cual es necesario introducir consideraciones de orden ético y legal en este ámbito. Los códigos éticos que determinan el marco para la actuación profesional de quienes están a cargo del cuidado de la salud de la población incluyen referencias específicas acerca de la obligación de “aliviar el dolor y el sufrimiento” (Asociación Médica Americana, Asociación Americana de Enfermeras).

La importancia del alivio del dolor como núcleo de la atención médica es incontrovertible en el marco de los principios bioéticos universales, particularmente en lo referente a los principios de beneficiencia, no maleficencia, autonomía y justicia. De acuerdo con Post y colegas, “el cumplimiento del principio ético de beneficiencia es una justificación suficiente para que los proveedores de salud busquen el alivio del dolor en aquellos que se encuentran a su cuidado…”.

En lo que respecta al principio de no maleficencia, relacionado con la prohibición de causar perjuicio, también existe un referente claro respecto al manejo adecuado del dolor: la persistencia del síntoma y de sus connotaciones biológicas, psicológicas y sociales por un tratamiento inadecuado, por falta de interés en las quejas del paciente y/o por el bloqueo al acceso de terapias analgésicas efectivas representan circunstancias en que se ocasiona un detrimento evitable en la calidad de vida de quienes ponen el cuidado de su salud en manos del médico.

Este hecho puede convertirse a la vez en una contravención a los principios de autonomía y autodeterminación en la búsqueda de atención sanitaria por parte d los pacientes con dolor. De hecho, en palabras de Brennan “… la falta de alivio del dolor per se puede afectar, y en algunas ocasiones bloquear por completo, el ejercicio de la autonomía del individuo”, dado el impacto que puede tener en la capacidad del paciente para tomar decisiones frente a los cuidados que han de ser prodigados por los prestadores de servicios de salud.

Finalmente, el cumplimiento del principio bioético de justicia, el cual propugna por la distribución equitativa del cuidado de la salud, es uno de los mayores retos en relación con el manejo del dolor alrededor del mundo, dadas las diferencias existentes en cuanto al manejo del mismo con respecto al acceso al sistema sanitario, a la calidad de los servicios ofertados, al estatus socioeconómico y a las dificultades que enfrentan grupos vulnerables de la población (ancianos, mujeres, grupos étnicos, minorías raciales).

Con base en las consideraciones anteriores, el “derecho moral” al manejo adecuado del dolor, se encuentra soportado en la premisa que las actuaciones de los responsables del cuidado de la salud se basan en los principios éticos de la profesión, hecho que las constituye en una obligación, individual e institucional, frente a la atención del paciente y en forma concomitante en un derecho de este último a recibir el cuidado apropiado frente a las alteraciones de su estado de salud: “el manejo del dolor es una iniciativa moral que nace del corazón mismo de la bioética”.

Referencias


1. Ashburn M., Staats P. Management of chronic pain. The Lancet 1999; 353:1865 - 69.
2. Marcus D. Managing chronic pain in the primary care setting. American Family Physician 2002; 66:1.
3. Brennan F, Carr D, Cousins M. Pain management: A fundamental Human Right. Anesth Analg 2007;105: 205 – 21.

viernes, 24 de abril de 2009

Aprender y comprender: Dos caras ... ¿La misma moneda?

Los aprendizajes que tienen lugar durante los procesos educativos formales no se incorporan con facilidad a la estructura cognitiva del individuo porque la mayoría de éstos se encuentran mediados por estímulos externos (aprobación del docente, asignación de calificaciones, aceptación por parte del grupo) que no logran trascender las fronteras de la memoria y convertirse en una experiencia significativa.

jueves, 23 de abril de 2009

Día de la Lengua Española: Cervantes ¿Médico escritor o Escritor médico?



Hoy se cumplen 393 años de la muerte del padre de la lengua española, Don Miguel de Cervantes Saavedra, siendo el 23 de abril la fecha elegida por mandato legal para honrar la vida del más grande de los autores españoles y resaltar la importancia de esta lengua en el contexto internacional.

A propósito de la celebración de este onomástico y de la importancia del buen uso de la lengua como elemento clave de la comunicación y como una de las competencias de mayor relevancia en el ejercicio de la profesión médica, quiero compartir con ustedes algunos apartes de un documento titulado "Miguel de Cervantes Saavedra: ¿Médico escritor o Escritor médico?, publicado en internet por Guillermo Enrique, María Eugenia y Alberto Enrique D´Ottavio, el cual revela la estrecha relación existente entre dos áreas que a primera vista parecieran tan distantes: la medicina y la literatura.

"Dado que la escritura constituye una actividad vívidamente humana; un campo fértil que permite verter vivencias, pensamientos y saberes, hay quienes suponen que el ejercicio de la Medicina influye en ella en virtud de que su práctica profesional gira de continuo en torno al dolor, a la enfermedad, al sufrimiento, a la soledad, a la sexualidad, a la incomprensión, a la locura y a la muerte, entre otras humanas vicisitudes y que las mismas han sido, son y serán abordadas en novelas, comedias, dramas, cuentos, ensayos y poemas.

Fiel a su humanismo, de la producción cervantina surge su menosprecio por los médicos malos pero, a la par, su admiración por los buenos profesionales, emergen duras reflexiones acerca de la abundancia de estudiantes de medicina en la Universidad como en su obra El coloquio de los perros (cabe subrayar que en 1604 había 2.000 estudiantes de Medicina sobre un total de 50.000 universitarios) y se hace palmaria su tendencia a visualizar la enfermedad como proceso natural y no, como resultado de una participación teológica. Para él, la enfermedad se torna evidente de alguna manera, físicamente o en la conducta del paciente y es contagiosa (también la psíquica). En El Quijote en particular, se patentizan sus aptitudes para observar y analizar debido a la ilustración médica que indudablemente tenía y que, como sabido es, resultan claves para la metodología científica. Desfilan, así órganos, síntomas, signos y enfermedades: sordera, cataratas (“ya que el maligno encantador…, ha puesto…cataratas en mis ojos…”), tos, neumonía, fiebres varias (terciana y cuartana del paludismo y otras), pulso, próstata, litiasis renal, hepatitis, reumas y muerte aparente. A su vez, en El casamiento engañoso y en su continuación: El coloquio de los perros es una enfermedad venérea la que atraviesa estos relatos.

Si bien Villechauvaix (1898) afirma que fue médico, lo más probable es que, sin serlo, en tales conocimientos influyeran tanto su padre D. Rodrigo de Cervantes (para algunos: barbero-cirujano y para otros, médico-cirujano) quien le legara casi una decena de libros médicos que figuran en el inventario de su posible biblioteca, como su hermana Andrea, enfermera. Corresponde señalar aquí que, en tiempos de Cervantes, había cirujanos de academia (quienes habiendo pasado por la Universidad o por los Estudios Generales, alcanzaban el grado de licenciado en Medicina y tenían derecho a transporte equino) y cirujanos de cuota o de a pie (cuya sabiduría procedía de la escuela de la vida y quienes adquirían derecho de ejercicio mediante el pago de 4 escudos).

En síntesis, si bien hoy no podamos enrolar a ciencia cierta a D. Miguel de Cervantes Saavedra entre los médicos - escritores españoles bien podríamos ubicarlo entre los escritores - médicos; esto es, aquéllos que, sin licenciarse en Medicina, saben lo suficiente como para abordarla y como para escribir correctamente y a gusto sobre ella."

Médicos escritores o Escritores médicos, el orden de los factores no parece alterar el producto de una relación tan íntima y al mismo tiempo tan distante entre la más pretenciosa de las ciencias y la más veleidosa de las artes.

martes, 21 de abril de 2009

Día Mundial de la Tierra: La responsabilidad está en nuestras manos


Se celebró por primera vez el 22 de abril de 1970, promovido por el senador norteamericano Gaylord Nelson, tuvo como resultado la puesta en marcha de la Agencia Americana de Protección Ambiental.

Apunta a la toma de conciencia respecto a la importancia de los recursos naturales de la tierra, al manejo responsable de los mismos y a la necesidad de promover la educación ambiental como una estrategia que garantice el desarrollo sostenible de los seres humanos y del medio ambiente.

¿Y tu qué estás haciendo por tu tierra?

El poder de la observación ...

Recientemente, disertaba con algunos colegas acerca del poder de la observación en la formación del individuo y en el desarrollo de las competencias que han de ser obtenidas durante la formación profesional de los futuros médicos.

Vino a mi memoria en aquel instante una anécdota de Hellen Keller, quien recordando una conversación con una amiga que acababa de regresar de paseo del bosque, se asombra del hecho que ante la pregunta de qué había observado durante su caminata, obtuvo como respuesta "Nada en particular".

"Me pregunto como es posible - decía Helen - caminar durante una hora por el bosque y no ver nada notable. Yo, que no puedo ver, encuentro cientos de cosas: la delicada simetría de una hoja, la piel lisa de un abedul plateado, la corteza áspera de un pino. Yo, que soy ciega, puedo dar un consejo a los que ven: usad vuestros ojos como si mañana fueráis a quedar ciegos."

"Oíd la música de las voces, la canción de un pájaro, las poderosas melodías de una orquesta como si mañana fuérias a quedar sordos. Tocad cada objeto como si mañana fuérais a perder el tacto, oled el perfume de las flores, saboread con deleite cada bocado, como si a partir de mañana no pudiérais volver a saborear u oler"

"Aprovechad al máximo cada sentido, gozad la gloria de todas las facetas y placeres y bellezas que el mundo os revela".

Desde la perspectiva anterior y teniendo en cuenta que la profesión médica es una profesión en la que los sentidos (visión, audición, tacto, olfato) desempeñan un papel tan importante en nuestra cotidianidad, me surgen varias preguntas: ¿Por qué no tenemos en cuenta el poder de la observación como herramienta fundamental para la recolección de la información que requerimos como insumo para nuestros diagnósticos y conjeturas? Si es que la tenemos ¿Qué tanto trabajamos los docentes en el desarrollo de las "competencias sensoriales" de los futuros médicos? y ¿Qué tanta importancia le damos a dichas competencias dentro de nuestros currículos?

Parafraseando a Helen Keller: "Médicos, usad vuestros ojos para detectar anormalidades en vuestros pacientes como si mañana fuerais a ser ciegos; oíd y reconoced voces, ruidos, latidos y sonidos del organismo humano como si mañana fuerais a quedar sordos; tocad, palpad, explorad e intentar reconocer anomalías ´durante el examen clínico del paciente, como si fuerais a perder el tacto mañana"

Aprovechad al máximo cada sentido, gozad la dicha de cada una de las maravillas que os revela el mundo de la medicina.

sábado, 11 de abril de 2009

Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson

Fue instituido en 1997 conjuntamente por la Organización Mundial de la Salud y por la European Parkinson's Disease Association, la entidad debe su nombre al Dr. Jones Parkinson (1775-1824), cirujano y paleontólogo británico que describió por primera vez sus características en el año 1817.

La Enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico, crónico y degenerativo que afecta al sistema nervioso central ocasionando pérdidas de control del movimiento, rigidez muscular de intensidad variable y problemas del equilibrio y de la coordinación.

Sin embargo, estos no son los únicos síntomas asociados a la enfermedad, en el cuarenta por ciento de los casos la depresión o el deterioro cognitivo ocasionan diferentes grados de discapacidad y dependencia en el paciente afectado y repercuten negativamente tanto en la calidad de vida del individuo como en la de sus familiares.

La medicina en el arte: ¿Conocimientos o Razonamiento Clínico?

Se plantean grandes controversias en la educación médica en torno a la importancia relativa que tienen los conocimientos frente al desarrollo de la lógica como elementos claves para el ejercicio de la práctica profesional, llegando incluso a proponerse por algunos que el razonamiento debe prevalecer sobre la memorización de contenidos.

La discrepancia podría dirimirse al analizar este cuadro de Goya, en que conocimientos y procesamiento de la información son elementos indispensables para garantizar una labor profesional exitosa.

Sin más comentarios!

La medicina en el arte: The doctor


The doctor: Una semblanza iconográfica de Sir Luke Fildes (1891), conservada en la Galería Tate de Londres, que despierta los más gratos recuerdos de la mística con que se ejercía la profesión médica hasta hace algunos años.En plena época victoriana, el médico parece esperar la crisis de la enfermedad del niño enfermo, después de una noche en vela (la claridad del alba parece vislumbrase por las rendijas de la ventana cerrada). En actitud meditabunda, la mano en el mentón, reclinado sobre el paciente parece estar dispuesto a esperar el tiempo que haga falta hasta el desenlace de la enfermedad que le ha obligado a pasar la noche fuera de casa.

El niño enfermo, duerme en una improvisada camilla sobre dos sillas. Una taza de café o té sobre la mesa. Un frasco de jarabe medio lleno. La madre derrumbada y agotada por la angustia y la espera, recuesta su cabeza sobre la mesa. En la penumbra del fondo, el padre se mantiene de pie y coloca su mano en el hombro de la madre, en un intento de confortarla y de buscar apoyo. Su mirada parece estar más atenta de la expresión de la cara del médico que de su hijo.

Impresionan dos cosas de este cuadro, por lo difícil que resulta lograrlas en situaciones parecidas: de un lado, la serenidad del médico ante una situación grave, que parece comprometer seriamente la salud del enfermo y de otro, la capacidad de esperar el desenlace de la enfermedad cuando se ha hecho ya todo lo que era posible hacer en una circunstancia determinada.

Recursos didácticos en la Red

Dos recursos didácticos virtuales que pueden ser útiles como apoyo para la formación de los estudiantes de medicina interna:

1. The lung in the net: Interesante colección de imágenes diagnósticas de patologías pulmonares infecciosas que permite establecer una correlación clínico radiológica con las entidades de base.
http://www.mevisresearch.de/~hhj/Lunge/xSammlungInf2Fr.html

2. Clinical Correlations: Blog del Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Nueva York en que se incluyen diversas actividades y documentos que contribuyen a la formación de los futuros médicos, incluyendo rondas al lado de la cama del enfermo, conferencias clínico patológicas, revistas académicas, actualizaciones en medicina interna, club de revistas, revisiones temáticas, entre otros.

La atención médica en Colombia: ¿Reflejo de la formación profesional?


La atención ofertada en las instituciones prestadoras de servicios de salud debería ser un motivo de reflexión permanente en torno al rigor con que se asumen en la actualidad los compromisos derivados de los principios que sustentan la práctica médica y que supuestamente son asumidos en forma voluntaria y espontánea en el momento en que recibimos el título que nos consagra como responsables de la salud y la vida de nuestros semejantes, así como frente al rigor y calidad de la educación proferida en los claustros universitarios.

“… ejercer mi profesión dignamente y a conciencia, velar solícitamente y ante todo por la salud de mi paciente, hacer caso omiso de las diferencias de credos políticos y religiosos, de nacionalidad, de razas, de rangos sociales evitando que se interpongan entre mis servicios profesionales y mi paciente…”, parecen haberse convertido en simples frases de cajón que no tienen una repercusión verdadera en la atención médica.

¿Dónde quedan la primacía del bienestar del paciente sobre cualquier otro interés del médico o de las instituciones del sistema de salud y la obligación del médico de garantizar la aplicación de los criterios de justicia social, incluyendo la distribución equitativa de los recursos y la eliminación de cualquier forma de discriminación en el cuidado de la salud, como principios fundamentales del profesionalismo médico?

¿Cómo se entienden las responsabilidades profesionales contempladas en las declaraciones sobre profesionalismo médico en términos del compromiso con la competencia profesional, la honestidad con el paciente, el mantenimiento de una relación adecuada con el paciente, el mejoramiento continuo de la calidad de la atención, la garantía de un acceso equitativo a los servicios sanitarios, la distribución adecuada de los recursos disponibles en el sistema, la integridad y el uso apropiado del conocimiento científico?

Basta una mirada a vuelo de pájaro del funcionamiento de la consulta de atención primaria de cualquiera de las instituciones prestadoras de servicios de salud en nuestro país para concluir con pesar que los principios y valores que pretendemos inculcar en nuestros estudiantes a lo largo de la formación médica se ven desvirtuados sin consideración por lineamientos administrativos que buscan garantizar eficiencia y productividad antes que salud y bienestar.

Estos y otros interrogantes acerca de la calidad de la práctica médica cuestionan la calidad del desempeño profesional y de la educación impartida a los estudiantes en las universidades y nos deben hacer reflexionar acerca de la pérdida del liderazgo que nos correspondería en forma natural frente al cuidado de la salud y la vida de los seres humanos.

Quizás este sea tan solo otro llamado de atención para que recuperemos el liderazgo frente a nuestra responsabilidad como guardianes de la salud y la vida de nuestros congéneres, sin embargo, vale la pena levantar la voz para generar conciencia que una profesión con tantos pergaminos no puede verse relegada a una ocupación de manufactura en la que predominen estándares administrativos frente a calidad humana y científica que constituye la esencia de la mejor de las profesiones.

jueves, 9 de abril de 2009

Gestión del conocimiento en Medicina


La gestión del conocimiento es un área relativamente nueva, que se ha desarrollado principalmente en el ámbito empresarial como una estrategia para convertir el capital intelectual de las organizaciones en productividad, incluyendo la gestión de la información y la gestión de contenidos.

Tanto la información como los contenidos se pueden gestionar directamente ya que, de algún modo, son externos a las personas. El conocimiento está dentro de los seres humanos por lo que solo es posible llevar a cabo la gestión de los procesos para su adquisición, representación, creación y transmisión.

Por su parte, la gestión de la información abarca los procesos de búsqueda, su reconocimiento y la selección de fuentes informativas. En el campo de la medicina, son muchos los avances que ya se han hecho en este sentido, de hecho, en la actualidad se cuenta con potentes buscadores de información. Sin embargo, la selección de fuentes informativas es una tarea personal o grupal en la que intervienen diversos factores como las preferencias individuales, el idioma, la percepción de sesgos, entre otros factores.

Los profesionales, de manera individual, pueden alcanzar un moderado equilibrio en el procesamiento de datos e información. En este sentido, los grupos de estudio y en particular las instituciones que los cobijan, pueden desempeñar un papel claramente protagónico respecto de la gestión de la información, de los contenidos y del conocimiento.

Los contenidos, en sentido amplio, son mensajes presentados con una organización determinada, destinados a alcanzar un objetivo (persuasivo, informativo, de entretenimiento), siendo mensajes que pueden adquirir diversas formas, por ejemplo: textos, como en artículos, páginas web, y monografías, también imágenes, conferencias, archivos de audio y de vídeo, entre otros.

La gestión de la información y la gestión de los contenidos tienen muchos puntos en común y se imbrican con suma frecuencia., tanto que en ocasiones no es posible determinar cuándo termina una y comienza la otra.

Las acciones involucradas en la gestión del conocimiento propiamente dicha incluyen métodos y técnicas para identificar, generar, acceder, organizar, analizar y compartir el conocimiento (la experiencia) existente en las personas, a fin de que éste sea utilizado como un recurso disponible dentro de las organizaciones.

Medicina: ¿Profesión peligro?


Hasta el 64% de los médicos han sufrido amenazas o insultos y 11% han experimentado agresiones físicas de acuerdo con estadísticas recopiladas en España por la Universidad de Zaragoza y que podrían hacerse extensivas a otros países del mundo.

Hasta hace algunos años el único conocimiento sobre las actitudes agresivas en centros hospitalarios procedía de los casos extremos. El estudio "Análisis de la Violencia", realizado en 2005, proporcionó los primeros resultados un año después. Ahora, este artículo aborda las diferencias según los tipos de centros, áreas y profesiones, y da a conocer la incidencia real de este problema en España.

"La realidad es que existe una violencia menos grave, insidiosa y continua de agresiones físicas, de comportamientos amenazantes y de agresiones verbales que no se denuncian por considerarse de menor importancia, pero que pueden perjudicar la salud de los profesionales y la calidad asistencial", explica Santiago Gascón, autor principal del estudio, que ha realizado junto a Begoña Martínez-Jarreta y otros investigadores de la Universidad de Zaragoza (UNIZAR).

Los resultados, que aparecen en el último número de la revista International Journal of Occupational and Environmental Health muestran que un 11% de los profesionales ha sido víctima de agresiones físicas y un 5% las ha sufrido en más de una ocasión, mientras que un 64% han sido objeto de comportamiento amenazante, coacciones o insultos. Un 34,4% han sufrido amenazas y coacciones al menos en una ocasión y un 23,8%, reiteradas veces. Asimismo, un 36,6% ha sufrido insultos, al menos, en una ocasión.

La investigación

El trabajo, realizado durante el año 2005 en tres hospitales y 22 centros de atención primaria de áreas rurales y urbanas de Aragón y de Castilla-La Mancha, analiza las experiencias de agresión e identifica las variables implicadas, su distribución por servicios, profesión, edad y género, así como la posible asociación entre el número y gravedad de incidentes y los problemas de salud psicológica.

De los 1.845 participantes en la investigación, un 64,2% eran mujeres y un 35,8% hombres, y la media de edad fue de 42,8 años. La proporción por profesiones fue: 33,5% de médicos, 47,5% de profesionales de enfermería, 7,9% de personal de administración, 1,7% de directivos, 2,8% de celadores y un 6,6% de personal técnico y otras profesiones.

Las cifras son superiores en los grandes hospitales que en los centros pequeños, y alcanzan valores muy elevados en servicios como Urgencias y Psiquiatría. Según Gascón, "los datos muestran la verdadera dimensión de una violencia que está infradenunciada".

Violencia por tiempo de espera

El estudio muestra, además, que en un 85% de los casos las agresiones son perpetradas por los propios pacientes (este porcentaje es más bajo en el servicio de Urgencias, donde un 27,3% de los agresores resultan ser los acompañantes del paciente). En un 21% los agresores están afectados por un trastorno psíquico o deterioro cognitivo y en un 5,7%, bajo los efectos de alcohol o de drogas.

El motivo de agresión más frecuente se relaciona con el tiempo de espera (58%), seguido de discordancias en la concesión de la baja (15%) o en la prescripción de medicamentos (10%).
Tanto la violencia física, como la violencia psicológica, muestran un idéntico impacto negativo en términos de burnout (insatisfacción laboral). El apoyo percibido es una variable protectora del efecto psíquico de las agresiones, de modo que quienes no se sienten apoyados por la administración muestran peor pronóstico tras los episodios violentos.

miércoles, 8 de abril de 2009

A propósito de las redes sociales ...


A propósito de la utilidad de las redes sociales en los procesos educativos, encontré un artículo de Mauricio Olarte, publicado en el portal http://www.eleducador.com/ en el que se trata el tema desde varios ángulos, dejando al final un dilema relacionado con las ventajas y desventajas del uso de este tipo de herramientas en la formación de los estudiantes. A continuación transcribo el texto mencionado y dejo abierto el espacio para sus opiniones y reflexiones en torno al tema:

Para quienes no conocen acerca de este tópico, las redes sociales son páginas en Internet donde el usuario tiene la posibilidad de publicar gran parte de su vida entre fotos, videos, características personales o comentarios de sus amigos entre otros, dando a conocer información inimaginable de una persona específica, pudiendo agregar o invitar a su red otras personas que hagan parte del sistema, en nuestro caso específico docente y estudiantes.

Entre el 2007 y el 2008, el fenómeno de las redes sociales tuvo su mayor crecimiento en los países latinoamericanos, dejando en el ámbito escolar uno de los mayores dilemas: ¿qué tipo de relación puede establecerse entre el estudiante y el docente a través de estos espacios sociales en Internet?

Por un lado, para muchos docentes, entidades educativas e incluso estudiantes, este tipo de herramientas facilita la comunicación entre ellos, la interacción entre compañeros o en algunos casos hace parte de la estrategia de clase, donde se publican tiempos de entregas, tareas o temas para debatir. Para el docente, poder aprovechar el tiempo que un estudiante utiliza en estas redes le ayudaría al acercamiento con los deberes escolares.

Por otro lado, este tipo de redes genera incertidumbre, ya que podría desdibujar la relación maestro - alumno. El problema se presenta cuando el estudiante intenta establecer una relación con su profesor similar a la que tiene con sus compañeros de clase o amigos. Es aquí cuando el límite es fácilmente quebrado si el docente no es claro en la comunicación con sus estudiantes, ya que muchas veces este último cree que tendrá trato especial por ser parte de su red social en Internet, lo cual no significa que el docente deba estar ausente de los espacios virtuales, pero si debe saber cómo comunicarse con sus diferentes usuarios ya que en algunos casos podrían generarse malos entendidos con el estudiante, la institución educativa e incluso con los padres de familia.

En nuestro ámbito educativo, ya existen docentes que han incorporado la creación de páginas por parte de sus alumnos en el programa académico, facilitando la intercomunicación entre ellos así como la exploración de Internet como un nuevo medio de comunicación; en este caso, el docente puede conocer los intereses de sus estudiantes en la web, dando mayores y mejores ejemplos de su materia.

Ya sea como defensor o como detractor, el maestro debe tener en cuenta que su primera responsabilidad es apropiar el uso de las diferentes herramientas pedagógicas de forma crítica, preparada y adecuada, de manera que los estudiantes lleven el salón de clases a la red y no su vida social a las clases.

Finalmente, vale la pena recalcar que quienes asuman el riesgo deberán establecer usos y funciones claros así como límites y políticas que promuevan el correcto uso de estas herramientas sociales a favor de la formación de los estudiantes.

lunes, 6 de abril de 2009

Visible thinking


Visible thinking es un proyecto desarrollado por la Universidad de Harvard con dos objetivos fundamentales: cultivar habilidades y disposiciones de pensamiento en los estudiantes y profundizar en el aprendizaje de contenidos.

Para alcanzar dichos objetivos se utilizan mini estrategias o rutinas de pensamiento que son introducidas en las actividades pedagógicas cotidianas, permitiendo a los estudiantes la conexión de nuevas informaciones con las preexistentes y reconocer los cambios generados en su pensamiento como consecuencia de dicho proceso.

El desarrollo del proyecto se fundamenta en siete rutinas básicas orientadas a impactar diferentes tipos de pensamiento:

· Interpretación con justificación.
· Exploración de diferentes estados para posterior exploración.
· Razonamiento activo y explicación.
· Exploración de diferentes perspectivas.
· Metacognición acerca de los cambios en el pensamiento.
· Visualización de procesos creativos.
· Establecimiento de nuevas conexiones y formulación de nuevos interrogantes.

sábado, 4 de abril de 2009

¿Cómo estructurar de forma didáctica la plataforma MOODLE?

La plataforma MOODLE es utilizada en la actualidad por un gran número de docentes e instituciones como base para el desarrollo de actividades de educación virtual, dadas las facilidades que ofrece para dicha función.

Un artículo de Cristóbal Suárez Guerrero, publicado en la última edición de la revista Didáctica, Innovación y Multimedia, propone un modelo de organización didáctica virtual con base en la mencionada plataforma, destacando la interacción persona -máquina - persona como condición social del aprendizaje.

El modelo, aplicado en la Universidad San Ignacio de Loyola de Perú, se fundamenta en la estructuración de la plataforma sobre un modelo de cinco etapas: preparación, definiciòn de tareas, intercambio, consolidaciòn y aplicación.

El papel de las redes sociales en la educación

Una de las características de la juventud actual, denominada por algunos generación Einstein, estña relacionada con la gran capacidad de generar redes sociales, estrategias utilizadas por grupos con intereses comunes para estar en contacto permanente y compartir información, opiniones, experiencias y conocimientos.

Desde esa perspectiva, la utilidad de las redes sociales en la educación podría ser una opción didáctica muy llamativa, dada la multiplicidad de servicios que se integran en las mismas para cumplir con su objetivo fundamental y el grado de motivación que son capaces de generar en los participantes dada la autonomía con que se ingresa en ellas y las posibilidades de participación que ofrecen.

Un artículo de Juan José de Haro, aparecido en la última edición de la revista Didáctica, Innovación y Multimedia, llama la atención sobre las inmensas posibilidades de esta propuesta de integración social en la educación, haciendo énfasis en el impacto que tienen en la comunicación, el desarrollo de las habilidades de cooperación y la generación de nuevas perspectivas de participación.

viernes, 3 de abril de 2009

La Generación Einstein


La expresión Generación Einstein fue acuñada por Jeroen Boshma en 2006, sobre un estudio basado en 10 años de trabajo y conversaciones con jóvenes nacidos a partir de 1988, la primera generación de jóvenes desde la Segunda Guerra Mundial que se identifica por características positivas: sociabilidad, cooperación, inteligencia, implicación, entre otras.

La Generación Einstein está influida por múltiples tendencias sociales, se le presiona para que rinda, se experimenta con toda clase de nuevas educaciones y epistemologías, sin embargo, la generación Einstein aprende de otra manera. La cantidad de información es demasiado elevada para poder recibirla toda y eso lo saben, por eso utilizan sus contactos para encontrar a las personas que les enseñarán lo que necesiten: amigos, conocidos, allí donde resida el conocimiento, existirá la potencialidad de un red social que les permita acceder sin complicaciones, al instante.

No obstante el aparente positivismo de la noticia, en términos de la adquisición casi innata de las cualidades necesarias para alcanzar el éxito personal y profesional en los miembros de esta generación se vislumbran al menos diez elementos que han de ser abordados por los sistemas educativos para garantizar que alcancen las metas esperadas en medio de las crecientes dificultades de un entorno global y altamente competitivo:

1. Dificultades de comunicación con miembros de otras generaciones.
2. Cultura de la inmediatez.
3. Superficialidad del conocimiento.
4. Debilidad de las redes familiar y social.
5. Cultura del relativismo.
6. Dominio casi innato de la tecnología.
7. Posibilidad de ubicuidad.
8. Dificultades para una motivación significativa.
9. Capacidad de realizar varias tareas a la vez.
10. Generación de redes de información calificada.